Nota publicada en el Sitio de la Arquidiocesis de Puebla
Escrito por Por C. Rufino Vázquez Piedra
HAGAMOS DE JESÚS EL CENTRO DE NUESTRA VIDA
En el Templo de San Juan Bautista, Atzompa, perteneciente a la Parroquia de Santa María de los Reyes Huatlatlauca se llevó a cabo el Santo Jubileo de las 40 horas encabezado por el párroco, P. Hermenegildo Rodríguez Romero. Durante los días 28, 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre, cientos de feligreses de la comunidad de Atzompa y poblaciones circunvecinas se congregaron para alabar a Jesús Sacramentado mediante vigilias, horas santas, y participación en la Sagrada Eucaristía y la procesión.
Los adoradores nocturnos también estuvieron presentes y el día de la clausura, durante la homilía de la Celebración Eucarística, el P. Rodríguez Romero manifestó a los feligreses: “hagamos de Jesús el centro de nuestra vida, entre nosotros se hace presente a través de la Eucaristía, hoy está aquí, busquémoslo, invoquémoslo, hablemos con Él y digámosle lo que sentimos, pensamos, lo que nos agobia, porque Él nos escuchará y ayudará”.
La procesión con el Santísimo Sacramento fue realizada en calles aledañas al templo, los fieles cruzaron caminos, puentes y barrancas; los adornos estuvieron elaborados con artesanías de palma como: petates, tenates, aventadores, sonajas, figurillas, mazorcas, tortillas, tamales y servilletas de tela bordadas a mano; además se entonaron alabanzas, repiques de campana y se quemaron cohetes. El P. Hermenegildo despidió a los asistentes con la bendición del Santísimo.
Escrito por Por C. Rufino Vázquez Piedra
HAGAMOS DE JESÚS EL CENTRO DE NUESTRA VIDA
En el Templo de San Juan Bautista, Atzompa, perteneciente a la Parroquia de Santa María de los Reyes Huatlatlauca se llevó a cabo el Santo Jubileo de las 40 horas encabezado por el párroco, P. Hermenegildo Rodríguez Romero. Durante los días 28, 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre, cientos de feligreses de la comunidad de Atzompa y poblaciones circunvecinas se congregaron para alabar a Jesús Sacramentado mediante vigilias, horas santas, y participación en la Sagrada Eucaristía y la procesión.
Los adoradores nocturnos también estuvieron presentes y el día de la clausura, durante la homilía de la Celebración Eucarística, el P. Rodríguez Romero manifestó a los feligreses: “hagamos de Jesús el centro de nuestra vida, entre nosotros se hace presente a través de la Eucaristía, hoy está aquí, busquémoslo, invoquémoslo, hablemos con Él y digámosle lo que sentimos, pensamos, lo que nos agobia, porque Él nos escuchará y ayudará”.
La procesión con el Santísimo Sacramento fue realizada en calles aledañas al templo, los fieles cruzaron caminos, puentes y barrancas; los adornos estuvieron elaborados con artesanías de palma como: petates, tenates, aventadores, sonajas, figurillas, mazorcas, tortillas, tamales y servilletas de tela bordadas a mano; además se entonaron alabanzas, repiques de campana y se quemaron cohetes. El P. Hermenegildo despidió a los asistentes con la bendición del Santísimo.
